¿Apego? ¿Qué es eso?

¿Apego? ¿Qué es eso?

El apego es un concepto fundamental en la psicología que se refiere a las conexiones emocionales profundas que los seres humanos establecen con otros individuos a lo largo de sus vidas.

El concepto se originó en la teoría del apego desarrollada por el psicólogo británico John Bowlby en la década de los 50. Bowlby argumentó que el apego se desarrolla en las relaciones tempranas de la infancia y tienen un impacto duradero en la salud mental y emocional de una persona.

Según la teoría de John Bowlby, es un proceso crucial que influye en la forma en que los niños establecen relaciones emocionales a lo largo de sus vidas. Se desarrolla en varias etapas:

  • Fase de Pre-apego (0-6 semanas): En esta primera etapa, los bebés muestran una preferencia por la proximidad a las figuras humanas en general, sin establecer un apego específico. Su principal objetivo es buscar cuidado y satisfacción de sus necesidades básicas, como la alimentación y el contacto físico.
  • Fase de Apego Indiferenciado (6 semanas – 6-8 meses): los bebés comienzan a mostrar preferencia por figuras específicas, generalmente por sus cuidadores principales. Los niños pueden sonreír, reírse y mostrar alegría al interactuar con estas figuras de apego, pero aún no experimentan una angustia extrema cuando se separan de ellas.
  • Fase de Apego Específico (6-8 meses en adelante): En esta etapa, el apego se vuelve más específico y profundo. Los niños desarrollan una fuerte conexión emocional con sus cuidadores principales y comienzan a buscar su presencia de manera más activa. Experimentan ansiedad por la separación y pueden mostrar signos de malestar cuando sus figuras de apego están ausentes.
  • Fase de Desarrollo del Apego Recíproco (18 meses en adelante): A medida que los niños crecen, su capacidad para participar en relaciones de apego se vuelve más compleja. Comienzan a comprender las necesidades emocionales de sus cuidadores y pueden consolarlos en momentos de estrés. Esto marca el desarrollo de relaciones emocionales bidireccionales y equitativas.

Los cuidadores son las figuras más importantes en la vida y el desarrollo del bebé, pueden ser los padres, abuelos o tíos, aquellos que se encargan del cuidado y de las necesidades tanto físicas como emocionales. 

TIPOS DE APEGO​

Estos tipos de apego se basan en la calidad de las interacciones entre el cuidador y el niño durante la infancia.

Apego seguro

Considerado el tipo más saludable y deseable. Se desarrolla cuando un niño tiene cuidadores confiables y sensibles que satisfacen sus necesidades emocionales y físicas de manera consistente.

Los adultos con apego seguro tienden a tener relaciones de pareja saludables y satisfactorias, suelen mostrar características emocionales y relacionales positivas. Son capaces de confiar en los demás y en sí mismos, expresar sus emociones de manera abierta y tienen una buena autoestima; lo que les permite establecer relaciones saludables y satisfactorias. Tienen una autoestima sólida y la capacidad de manejar el estrés y la ansiedad de manera efectiva. Además, son más propensos a ser empáticos, comprensivos y abiertos a la intimidad emocional. Estos individuos tienen la confianza necesaria para explorar el mundo y enfrentar desafíos, ya que saben que tienen un respaldo emocional sólido en sus relaciones.

Apego ansioso o preocupado

Se desarrolla cuando un niño tiene cuidadores que son inconsistentes en la satisfacción de sus necesidades emocionales.

Los adultos con apego ansioso a menudo se preocupan por la posibilidad de ser abandonados o rechazados en sus relaciones, buscan constantemente la validación y la cercanía emocional de sus parejas. Pueden ser emocionalmente dependientes y buscar constantemente la validación de su pareja o en sus relaciones con los demás o incluso en el ámbito laboral también pueden sentir ansiedad cuando se sienten distantes de su pareja. A menudo, tienen una baja autoestima y dudas sobre su valía. Estos patrones de comportamiento pueden dar lugar a relaciones conflictivas y fluctuantes.

Apego evitativo

El apego evitativo se desarrolla cuando un niño tiene cuidadores que son insensibles o distantes.

Los adultos con este tipo de apego tienden a evitar la intimidad emocional y pueden tener dificultades para confiar en los demás. Prefieren la autosuficiencia y pueden ser reacios a compartir sus pensamientos y sentimientos más profundos. A menudo, tienen dificultades para confiar en los demás y pueden ser muy evitativos ante los conflictos. A pesar de su aparente seguridad, pueden experimentar una sensación de soledad y aislamiento. Estos patrones de comportamiento pueden dificultar la formación de conexiones profundas y satisfactorias en la edad adulta.

Apego desorganizado

El apego desorganizado se produce cuando un niño tiene cuidadores que son abusivos o traumáticos.

Los adultos con este tipo de apego pueden experimentar dificultades significativas en sus relaciones debido a la exposición a relaciones traumáticas o abusivas en su niñez, pueden tener dificultades para establecer patrones de apego coherentes. Pueden oscilar entre la necesidad de intimidad y el temor al abandono, lo que resulta en relaciones inestables y/o destructivas. Además, pueden experimentar problemas de salud mental, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Es importante destacar que el tipo de apego de una persona no es fijo y puede evolucionar a lo largo del tiempo en respuesta a nuevas experiencias y relaciones. Además, las personas pueden tener diferentes tipos de apego en diferentes relaciones.

Recomendaciones para tener relaciones saludables

Cultivar relaciones de apego saludables es esencial para el bienestar emocional y la satisfacción en la vida. Aquí te dejo algunas recomendaciones para lograrlo:

Autoconocimiento, comunicación abierta, establecer límites saludables, cuidado personal, aprender de las experiencias pasadas, fomentar la confianza, apoyar el crecimiento personal propio y el de cercanos a ti, empatía, tiempo de calidad, resolver conflictos de manera constructiva, mantener la conexión física nada de quedarse en casa tras una pantalla.

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