Es importante (aunque parezca muy obvio) que el sólo hecho de ir a terapia no asegura el éxito, puesto que la palabra psicoterapia proviene del griego en lo que psique significa mente, alma mientras que therapia es tratamiento. Por lo tanto se puede decir que es un proceso activo entre dos o más personas, donde el profesional no se limita a dar consejos o instrucciones de qué hacer sino que hará una intervención personalizada para tí.

Otra cosa a tener en cuenta es que desde el primer encuentro el profesional debe marcar horarios, honorarios, qué ocurrirá en las sesiones y resolver tus dudas con la mayor claridad posible y siempre en un lenguaje que entiendas, sin tecnicismos.

Lo habitual será tener una o varias entrevistas para conocer el objetivo terapéutico, en ese periodo deberías notar si estás a gusto con el profesional, algo muy importante es la confianza y la confidencialidad, que sientas que no te está juzgando y que puedas expresarte sin límites, puesto que un buen psicólogo debe estar libre de juicios de moral, como un folio en blanco.

Otro aspecto que puedes valorar es filtrar tu búsqueda; preferencia de hombre o mujer, tipo de orientación o enfoque terapéutico, si necesitas algo muy específico o incluso la ubicación. 

Es muy importante que estés con el profesional que estés, sientas libertad, y si no te sientes cómodo lo puedas comunicar y hablar abiertamente por si es necesaria una derivación.